El
semestre pasado, para el ensayo final de la clase de Sociología
de la Literatura, tuvimos que analizar una obra con la teoría que estudiamos durante el curso.
Por azares del destino me quedé con Carmen
(1845) de Prosper Merimée.
Conocía
la opera pero jamás había tenido un acercamiento con la novela y cuando la leí,
me enamoré. Como teníamos que proponer un análisis (para presentarla a manera
de exposición delante del maestro y posteriormente desarrollarlo en ocho hojas
para el ensayo final) me puse a investigar y algo que me llamó la atención es
que en varios artículos, tesis y libros decían que Carmen era el arquetipo de la mujer fatalista. Helena de Troya,
Salomé de Oscar Wilde y Lulú de Frank Wedekind también pertenecen a este grupo.
Por eso te había dicho que yo te
traería desgracia
Carmen
Después de algunos ataques de histeria decidí seguir con el concepto de la mujer fatalista y con la teoría de la novela de Georg Lukacs analicé el personaje de Carmen.
Mi ensayo se tituló
La
mujer fatalista del siglo XIX
Carmen:
La gitana como objeto de deseo.
Partí del epígrafe con el que comienza la novela: "“Toda mujer es hiel.
Pero tiene dos momentos buenos: uno el tálamo; el otro al morir”.
Un
dato importante es que literatura del siglo XIX debido a las dictaduras (como
en Argentina) se caracterizó por educar moral, sentimental y religiosamente a
las mujeres, todo esto tiene que ver porque varios países estaban ocupados en
su construcción de identidad nacional, por esto consideraban a la mujer como una
“guía de valores” ellas podían ser un elemento educador, un móvil que heredaría
de generación en generación sus conocimientos. En Latinoamérica novelas como Amalia,
María y Ave sin nido son ejemplo de éstas. En México también hubo Revistas
que se dedicaban a educar a la mujer, les dejo un link de una compilación que hizo la UNAM Las revistas literariass del siglo XIX mexicano: Educación de la mujer.
Esta
cuestión de la literatura como herramienta para la educación de la mujer lo
estudiamos en las clases de Literatura mexicana y Literatura Latinoamericana del siglo
XIX, por eso a partir del epígrafe y del trama de la novela en sí, me basé para
configurar a Carmen como una mujer fatalista; un personaje femenino que se
salió del canon establecido durante el siglo XIX que llamó la atención por no
ser una mujer ‘angelical’ como por ejemplo María
de Jorge Isaacs.
Con todo lo que aprendí en esas clases me ayudé del epígrafe para partir con mi análisis; lo propuse como una especie de advertencia ¿Por
qué? En el ensayo expliqué un poco la trama, pero aquí se las voy a resumir:
Carmen es una mujer de origen gitano que se vale de su belleza, extravagante
personalidad y el poder de su discurso para seducir a los hombres y sacar
provecho de ellos: José Navarro fue una de sus tantas víctimas.
De eso trata de
advertirnos Merimée en el epígrafe de la obra: Carmen es una mujer fatalista
que juega con el destino de las personas que giran a su alrededor. Ella es el peligro. Esta fue parte de mi introducción.
Y mi objetivo fue el siguiente: "El presente ensayo tiene como finalidad configurar a Carmen como personaje trágico: una mujer fatal de origen gitano que repudia las convenciones y reglas establecidas de la sociedad del siglo XIX impuestas por el nacimiento de la burguesía. Carmen está en búsqueda de la trascendencia que tiene como único fin alcanzar su plena libertad, para vivir, amar e incluso morir. Poseedora de dos armas que son su fuerte personalidad y belleza 'salvaje', se demostrará como la mujer fatal fue causa de la degradación/transformación de un hombre que seguía las reglas del orden social instauradas por la burguesía: José Navarro; que al término de la novela, llevará a ambos a un final trágico, como iguales.
Bueno, para resumir: Carmen descrita con una belleza salvaje, sensual, gitana, malhablada y amante de la libertad para vivir y amar es la causa de la degradación/transformación de José Navarro un militar vasco que al enamorarse de ella paulatinamente abandona la militancia para convertirse en bandolero (se une a la tropa de Carmen); comienza a robar y cambia su estilo de vida por ella, el personaje se degrada y sufre una transformación. Finalmente él se convierte en asesino. (No quiero spoilear nada, lean la novela. Por supuesto que todo lo anterior lo desarrollé en ocho cuartillas y cité la teoría de Lucaks para argumentar todo. Carmen es la mujer fatalista por excelencia.
En la FILEY 2014 participaré en la mesa de literatura francesa precisamente con este ensayo, aún me falta hacer algunas correcciones y agregar todo lo que el maestro me pidió. También seguiré trabajando con Carmen para mi tesis, pero ese eso es un gran punto y aparte.
Para finalizar, les dejo mi cita favorita de la novela. Les recomiendo leerla son como ochenta páginas, si la quieren pueden contactarme para que se las pase en pdf (desgraciadamente ya no está online)
“Te sigo a la muerte,
sí, pero ya no viviré más contigo. José me pides lo imposible. Yo ya no te
quiero; tú me quieres todavía, y por eso quieres matarme […] Todo acabó entre
nosotros. Eres mi rom y tienes derecho de matar a tu romi; pero Carmen será
siempre libre. Callí nació, callí morirá.”
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